Hace varios años atrás fui a un recital con una prima, muy amiga, hermana que me dio la vida y que actualmente sigo eligiendo tenerla en mi vida. Es una de esas personas incondicionales que me acompañan en todas.
Salimos del recital de esta banda amiga. El baterista tiro el palo y lo agarré en el aire.
Con palo en mano, cual si fuera micrófono (mis ganas de empatizar, de escuchar y comprender qué pasa por la cabeza y los corazones de las personas siguen intactas) fui preguntando a las personas que se me cruzaban si eran felices.
Algunas no supieron o quisieron responder, otras simplemente “no sabían” . Antes de subirme al auto me acerqué a un señor que estaba trabajando en una garita de seguridad y le hice la misma pregunta. Sin titubear me respondió: Sí claro, muy feliz porque tengo una familia, y mañana voy a comer un asado con todos mis hijos y mi esposa.
Esta anécdota la llevo conmigo. Muchas veces no sabemos qué es la felicidad para nosotros ¿Es un estado? ¿Es una decisión? Si no nos conocemos, difícilmente sepamos qué es lo que nos hace felices.
Ignacio, aquel hombre lo tenía muy claro.
¿Y vos, sos feliz? ¿Qué es la felicidad para vos?
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